Descubres, entonces, que hay gente que conoces que está en la lista de tal o cual partido cuando la considerabas apolítica porque lleva un adhesivo de una formación política o asiste con entusiasmo al miting de turno.
Una cosa parecida he sufrido en mis propias carnes. Sin quererlo, oigan.
Ayer mismo salí a la calle con mi camiseta de The Briefs, la del singuel "(I think) my baby is a comunist". En castellano "(Creo que) mi chica es comunista". Sí, sí. Esa que hay en la foto.
Hay gente que por sus convicciones políticas incluso hasta me ha felicitado, y hay otra gente que me miraba raro. Más de la que podría haberme imaginado.
También es verdad que soy una persona nacida en el seno de una familia de clase trabajadora, con su corazoncito a la izquierda y la sangre roja. Cosa que me ha decantado siempre por las posturas políticas de izquierdas. Algo que me parece muy lógico.
Yo comprendo perfectamente (muchos años ya de experiencia escuchando músicas de grupos y/o solistas no demasiado conocidos) que no todo el mundo conoce a The Briefs (aunque los deberían de conocer mucha más gente). Y que no todos los que conocen a The Briefs conocen todos sus singuels, entre ellos "(I think) my baby is a comunist". Lo entiendo. Lo que no alcanzo a asimilar es el hecho de que la gente todavía no ve a la hoz y al martillo como un icono del pasado totalmente inofensivo fruto de una época pasada y con un componente artístico pop (o punk). Andy Warhol también hizo retratos de Mao, no?
Sí. Soy de izquierdas pero si tengo que votar a alguien estas próximas elecciones municipales votaré a The Briefs.
Es curioso. Sin embargo con la iconografía fascista no pasa lo mismo, verdad. Y eso que la esvástica (como icono y no como símbolo) hasta es chula.
Ah! Que la foto me la hizo Toni Serrandez con la cámara que lleva incorporada mi celular. Gràcies, Toni!
1 comentario:
L’ altra dia pensava “ poc normal en mi”, que de fet tots els símbols tenen data de caducitat. L’ esvàstica, el martell i la fals, etc., dintre de molts segles ( si encara hi ha algú per interpretar-los) hauran perdut el seu significat o en tindran un altra totalment diferent o fins hi tot antagònic a l’ original. Bueno, si això passa amb els símbols abans esmentats no crec que passi res. El problema vindrà quan una hipotètica civilització futura en una excavació arqueològica, trobi uns “bidonets” ben macos amb el símbol de perill nuclear i no entenguin el seu significat. Quina putada, no?
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